22 de diciembre de 2009

UN POCO DE LUZ - SPINETTA CON MARCHI


Cuando Sergio Marchi llamó a Luis Alberto Spinetta para charlar a propósito del libro sobre el rock post Cromañón en el que estaba trabajando, no sabía que el resultado iba a ser tanto más satisfactorio. Para su sorpresa, esa charla se transformó en una entrevista lúcida y sensible que funciona como perfecto epílogo al libro, con la que Spinetta rompe un silencio de doce años para repasar los cambios ocurridos en el rock desde los días de Almendra y Woodstock hasta el rock chabón.

Luis Alberto Spinetta se apasiona vehemente frente a la charla que acepta sostener para este libro. La idea es conversar sobre la evolución o no del público que ha seguido al rock nacional desde sus comienzos, los que lo encontraron a bordo de Almendra cuando los ‘60 llegaban a su fin. Desde hace unos doce años Spinetta hizo un corte con la prensa y sus declaraciones públicas han sido más bien escasas. Acepta hablar porque sabe que el tema de conversación puede ser mucho más amplio que la consigna que lo enuncia. A lo largo de una trayectoria que se encamina a los 40 años, la reputación artística y humana de Luis ha sido intachable. Es probable que parte del precio a pagar por esa actitud tenga que ver con su ausencia de los circuitos masivos, o que quizás ésa sea la forma de preservar en una conducta firme en tiempos en que cualquier recta pasa a ser curva.

Fue una conversación anterior que se produjo en el año 2001 la que sirvió de excusa para entrar en tema. Acababa de salir Silver sorgo, ese disco que abre con un tema que decía que “hay que impedir que juegues para el enemigo”. Era el segundo disco de una nueva etapa, iniciada con Los ojos, de un Spinetta reflexivo y tranquilo en lo musical, que contrastaba con el sonido volcánico y eléctrico de San Cristóforo. Ese cambio tan drástico fue motivado por una actitud que vio en el público. Lo decía con un humor agridulce: “Quizás ésa sea la música que más me gustaría tocar, pero cuando veo que se comienza a golpear en los recitales... No, flaco, no, tranquilizate y vení que toco lo que quieras”.
Luis Alberto esboza una sonrisa, pero se pone serio enseguida para ratificar el punto cuatro años más tarde.

“Sí, no te golpees mientras yo estoy tocando, no te lastimes. Yo que soy papá, cuando tocábamos con Los Socios del Desierto veía un pendejo de la edad de Valentino reventándose la cabeza contra otro, con un hilo de sangre en la cara, y ya no te daban ganas de tocar. Y a la vez son cosas de una juventud que se acostumbró a esa agresividad.”

- Era inaudito pensar en algo así cuando vos comenzaste con Almendra.
Pero después la sociedad argentina sufrió una mutación y una mutilación muy grande que creó generaciones de hijos de gente torturada y gente deshecha en calabozos, no nos olvidemos de eso. La Almendra de aquel entonces no sería la misma después de esa Almendra. Es una desfiguración del rostro.

- ¿Cómo recordás al público de los inicios?
El público no tenía distinciones de clase. Podía estar el loco que había conseguido pepas y que estaba viendo con los ojos inyectados en sueños. Y podía estar un flaco que venía de Morón, más “rollingón” de aspecto, con el lope bien largo escondido debajo de la campera, porque la cana se lo llevaba simplemente por ser negro y tener el pelo largo, que es lo que ocurre en todas las ciudades modernas. Podían convivir diferentes públicos. Ahora es como que se polarizó. Las masas van a ver a ciertas bandas que responden al llamado popular hirviente, con música que está sometida al hervor, caldeada por ese hervor popular, que es como una especie de piquete inoperante de la expresión rockera. El piquete no está en la certeza ni en la densidad de nuestras palabras, sino en aquella actitud convocatoria y sin poesía.

- ¿Se podría establecer una comparación entre el público que iba antes a recitales y el que asiste ahora?
Yo no tengo una manera de poder comparar el público, porque el que me va a ver a mí me ama. Me ama ahora y me ama antes porque es lo mismo. Pero siento que cambió en eso. Que los pibes más pobres van a ir a escuchar cumbia o música media reventada y otros van a ir a escuchar algo más fino. Que aunque no sea así en el distingo social, como si la música tuviera esos gorros, de alguna manera eso existe.

- Pero antes no existía...
No existía. La gente en general, ante el llamado creativo de tantos músicos que marcaron o estaban marcando a fuego a su generación, sintió el llamado de la libertad, por lo tanto se woodstockizó a la mate amargo, a la argentina. Comprendió que el llamado ese los unía en vez de separarlos y era una forma de mostrar el flower-power a la juventud. No te olvides que a la que encaró por el lado de la lucha política la destrozó la dictadura. Eso, que todavía no había sucedido, ya se anticipaba en gestos represivos muy importantes de la época de Onganía. Creo que la gente estaba más unida para escuchar música de todo tipo, sin tirarle nada al que no le gustaba.

- ¿Lo masivo tiene que ver con la decadencia del rock hoy?

En parte pasa; un genio masivo como Charly logra que la gente cante canciones con cierta complejidad, muy bellas: está en el límite de eso. La música verdaderamente masiva no tiene piedad de nosotros: es una música muy basada en vender discos, en el éxito comercial; algunos lo logran y otros no. Pero en general los que lo logran y vos sentís que la música es una porquería, es porque estaba pensando cómo mantenerse dentro de las reglas de lo que ya hicieron y no aprender un átomo, sino conquistar más ventas de discos. Conquistame poéticamente, quiero escuchar. Sentir que me dicen algo que me estremece el ser, que me corra un escalofrío como pasa con alguna canción de Fito, de Charly, de Cerati, de alguna gente creativa. Como cuando escuchás a Divididos zapar, cuando pasan cosas que se ponen densas porque la gente que está zapando funciona bien. O cuando escuchás otras músicas también, no necesariamente rock. Se te pone la piel de gallina, con cosas lindas. Yo vivo así. No puedo pedirle eso a la masividad.
Antes había un concepto claro.

- Y había una guerra que era “comercial vs. progresiva”.
Fue contra lo comercial y era una batalla ganada creativamente contra el producto arbitrariamente idiota, que es en lo que siempre se basó la industria discográfica. Hay mucho que es directamente idiota, y luego hay cosas idiotas de más calidad musical. Y no sé en qué puesto o en qué napa de esa estratificación, de esa coreografía de capas, de sedimentos culturales, está la música que sigue siendo como yo la quería ver cuando hacía Invisible, o con Rodolfo (García, baterista de Almendra) cuando pensábamos que escuchábamos esto y de golpe, Piazzolla; y después estábamos tocando (canta un riff de “Ana no duerme”) un arreglo de Almendra que era una mixtura. Estábamos inventando algo que surgía de nosotros. En parte es lo que sucede políticamente también. Nos cuesta convencernos de que es el alma que está en juego; es el alma con la que tomes las decisiones lo que lleva a sacar adelante la educación, la salud, la justicia. La imaginación es la herramienta para volar. No todo lo contrario: el hacinamiento y la actitud troglodita. Sonaste, eso no vuela ni con una turbina agarrada a cada brazo. Pasa eso políticamente. Si algún político inteligente ve eso... Pero sabemos que hay mucha gente que está tratando de hacer bien las cosas, pero también existen todos los otros que están en la rufa, la coima, la timba de la política. Y no hay otra porque está el hampa, el bajo hampa, la corrupción, la prostitución, el lavado. Todo sigue. Ventas ilegales de armas, todo sigue. Argentina es una frontera inmensa, un país divino, absolutamente fabuloso, nosotros somos los que estamos mal. Si los milicos hicieron eso, ¿qué querés que salga? ¿Una flor etérea como una mariposa creativa? ¿Qué querés que surja? Surge una mala onda profunda, que va a durar un tiempo. Es una herida que tiene que restañarse. Que cada uno trabaje para poner eso en orden y no confundir.

- Los artistas que hacen música lúcida ayudan a ordenar eso que decís.
Sí, pero después toda la pendejada sale masivamente a ver otra cosa y en definitiva la tendencia es otra, que es mucho más de tirarse para atriqui. Una cosa es que un genio como Maradona, que demostró que podía hacer los goles con la nariz, con cualquier cosa, haga un gol con la mano. Otra cosa es que todo un pueblo se dedique a transgredir la norma de todo y que eso sea la posta y ganarse el campeonato mundial. No, Maradona lo ganó, los boludos que usan eso hundieron el país con esa actitud de violar todos los convenios y todas las cosas. Termina en una bola de delincuencia; arrebatan la vida de la gente. ¿Pobreza? Es decir: mirá yo me quedo con una guita de acá... Es la misma actitud: yo hago el gol con la mano. ¡¡¡Está prohibido hacer goles con la mano!!! Maradona no necesitaba hacer el gol con la mano, porque después demostró que hacía un gol increíblemente mejor. Pero ésa es la habilidad de un Dios, no de un delincuente. Y eso es lo que la gente no entiende. Le gusta más la parte oscura de Maradona que la parte del genio iluminado. Me tiene podrido eso, me parece que la gente no sabe respetar a sus dioses.

- ¿No te parece que el rock se convirtió en esa cosa que detestábamos?
El fútbol también y es infinitamente más violento que el rock, que no tiene tanta rivalidad porque la música no está representada por tanteadores. En el fútbol, el alambrado separa a la gente de una tragedia, de un asesinato múltiple: descuartizarían al referí y al otro que cometió el penal que el referí no cobró. ¿Viste lo que es atrás de los arcos? Eso no es digno de lo que queríamos construir como sociedad.

-¿Cuándo comienza el rock a incorporar esos códigos de la tribuna de fútbol?
Lo que se me viene a la cabeza es la película Rollerball, con James Caan. Se trata de un deporte del futuro, en el que dos equipos tienen que encestar en unos agujeros una pelota cromada, pesadísima, como de bowling. Y se chocan a alta velocidad, no recuerdo si los persiguen como en motos, y los jugadores tienen que zafar de cosas con altísimo riesgo. Más como un circo romano que como un deporte en sí. Me parece que esa película tuvo muchísima influencia en la formación de tribunas babeantes de maldad.
Hay algo de rock, pan y circo; hay algo de nerónico en las estrellas de rock. Locos, muchas veces con creatividad, otras veces no, pero con una tendencia a la egolatría tremenda, capaces de sucumbir con su propio mundo. Hay varios ídolos del rock que demostraron todo eso, otros lo siguen demostrando. Otros que disfrutaban de la consideración de diablos se han apaciguado y pertenecen al establishment más codiciado de la más rancia casta adinerada. Yo veo, por ejemplo, que Bono ha ganado tanto dinero y tiene tanto poder personal que se entrega a la política. Y hace cosas para tratar de defender cosas que otros no harían. No quisiera meterme en nada de lo que él está resolviendo; prefiero no tener un mando y jamás meterme en nada así, no sé por qué, pero no me gusta ni con un catalejo. Con eso te quiero decir que para mí estar del otro lado significaba Magical Mystery Tour, y de ahí no pasé en mi manera de violentar las puertas de mis sentidos, por ejemplo. Que es la principal violencia: gente que toma merca y sale a matar o a buscar dinero matando gente.

- ¿Escuchaste algo de “rock chabón”?
No, es algo que a mí no me importa. Tengo bastante respeto por La Renga porque sé que son performers; a ellos les gusta tocar y sin acordeones, ni tumbadoras, ni música tropical. Los rescato porque son rockers y me gusta el cantante; siempre me gustó cómo toca la viola y cómo suena la banda. El material no me agrada demasiado, aunque algunas cosas tienen polenta. Pero también tienen polenta otras bandas como Los Piojos y otros más. A mí me gusta El Otro Yo. Me encantan porque tienen una actitud y están buscando algo. Con el lenguaje de la pendejada, con otras urgencias, bien de abajo, de barrio. Pero es gente pacífica, capaz de unirse por la paz para defender lo más sagrado.

- ¿Solamente por la desgracia que hemos sufrido como país se puede explicar la caída del rock en Argentina?
En la época de Almendra, la represión fue una cosa. Pero más tarde fue una matanza de gente, unos sucesos imborrables para nuestra historia. Por lo tanto la música se destroza, como se destrozó la piel, se destrozó la carne, el alma y la música. De ahí, surgidas de las resacas avefénicas de todo, surgieron estas cosas que sabemos que forman parte de una flor intensa, nutriente; de una misma lírica que ya llegará a otro apogeo de creencia. Es una fluctuación, como en la astronomía. Es una cresta y un desvanecimiento. En ese sentido no tiene la misma forma de onda que el cosmos. Pero sí que todo eso se recicla, que vuelve a sus fuentes y las pierde, una y otra vez. Ya desde hace muchos años el abuso del poder, como en el caso de la época de los gobiernos de facto, se dedicó a maltratar al pueblo por sobre todas las cosas; bombardearle la ciudad, o hacerle la maldad que sea, para defender a Cristo o lo que fuere. Eso hizo que apareciera gente de mala calaña. Que cuando tuvo poder para hacer hospitales y escuelas, hizo shoppings... Entonces, la gente se alimentó mal, la cagaron a palos, la torturaron y encima le dieron de comer caca. ¿Qué querés que surja?

- ¿Qué reflexión te merece lo sucedido en República Cromañón?
Es como la puerta 12 del fútbol. Ni la banda, ni los propietarios ni nadie iba a calcular que podía ocurrir una cosa así, tan dolorosa para todos. Nadie va a premeditar eso, ni a tener una idea delictiva. Pero la gente quiere ese pan y circo de la justicia también. Quiere un ajusticiado, quiere que rueden las cabezas. Pienso que es una vergüenza que Chabán se haya ido del lugar, aunque no lo considero un asesino. En mi deseo de que fuera justo todo, me da vergüenza que se haya ido y no se haya puesto él a hacerle respiración boca a boca a la gente. Sería distinto si lo hubiesen encontrado peleando.

- ¿Cómo es que a alguien que va a un recital de rock se le ocurre tirar una candela en un lugar cerrado?
Hay algo de cerebro infra alimentado, con padres torturados, al que ni sus abuelos ni sus tíos tuvieron tiempo para criarlo y darle polenta y fe después de esas pérdidas. Entonces, entre los desfasajes que podría tener, uno podría ser que piense que está bien tirar una bengala en un lugar cerrado. También pasó en Estados Unidos. Eso ya no es una cuestión de que se educaron en colegios pobres, pero como acá creo que somos más sensibles e inteligentes que en Estados Unidos, pese a ser mucho más pobres, no debería haber sucedido por la ignorancia de la gente. El problema es que acá sí sucedió por la ignorancia. Allá sucede porque ellos le ponen bengalas a todo. Pero acá que somos tranquilos, digamos, por decirlo así, la gente enciende bengalas en lugares cerrados donde hay cosas que pueden incendiarse y que van a traer problemas. Hay algo de cerebro infra alimentado, cultural y proteínicamente, en gente que como no tiene dónde dejar a los pendejos los deja en una guardería donde toca una banda de rock. Porque hay mil formas para que un pibe sea rockero, pero de esa manera lo van a odiar al rock. Porque se van a acordar de que se querían dormir y tenía un gasesito el bebé; y en vez de que la mamá lo escuchara, escuchaba el bajo. Eso es inconcebible. La gente que perdió bebés ahí no tiene que hacer causa criminal a nadie, al contrario: el Estado les tendría que hacer una causa. Por abandono de la criatura, como cuando alguien no alimenta a su hijo y lo meten preso. ¿Qué tenés que haber pensado para dejar una criatura en un baño? No se hace eso. ¿Quiénes son los culpables? Todos culpables y todos inocentes a la vez. Yo creo que el tipo que pone un lugar así y lo que dice Puerta de Emergencia, lo cierra con una cadena, ése está loco de remate y tiene que pagar porque eso sí es un crimen. Una puerta de emergencia es una puerta de emergencia. Después tiene que pagar toda la cadena de coimerío. Es una gran desgracia para una banda de rock. Yo como rockero estoy de luto con eso todavía. Por más que le digas a la gente, siempre hay algún idiota que avanza con la bengala: yo hago el gol con la mano. Sí, lo que pasa es que al transgredir algo, sucede una desgracia. No todos son goles. A veces son goles en contra con la mano.

Por Sergio Marchi

18 de diciembre de 2009

FITO PÁEZ - MEGAELECTRICO - 14/12/2009


Gracias al amigo Peruano lgarcia_p podemos disfrutar todos del show.



Lista de temas del Megaeléctrico en La Trastienda: 
Sigue girando, Lejos en Berlín, Taquicardia, Eso que llevas ahí, Enloquecer, 11 y 6, Ámbar violeta, Naturaleza sangre. Al lado del camino, Polaroid de locura ordinaria, Circo Beat-Tercer mundo, Ciudad de pobres corazones, A rodar mi vida, Dar es dar, Mariposa Technicolor. 

DESCARGA AQUI: http://www.megaupload.com/?d=OYNJPR7F

16 de diciembre de 2009

EL ULTIMO MEGA ÁCUSTICO DEL AÑO



Fue el último del año.

El último Megacustico del año con Fito Páez lo viviste en vivo, en un show exclusivo para oyentes del puro rock nacional. Fito Páez es Mega 98.3. Puro rock nacional.

Fito cerró el año en Mega 98.3

Por 4to año consecutivo Fito Páez coronó nuestro ciclo de Megacústicos íntimos y exclusivos para oyentes de rock nacional.

Minutos antes de las 20hs de lunes 14 de diciembre Fito desembarcó en el escenario de La Trastienda Club despidiéndose también de los Killer Burritos que lo acompañan desde el 2007. El arranque fue con Sigue girando, Berlin y Taquicardia, Ahí nomás Fito a los teclados para hacer Eso que llevas ahí, Enloquecer y su canción talismán: 11 y 6 con los maravillosos coros del público presente. Y fueron pasando esas canciones que Fito puso en la radio y en tu walkman: Al lado del camino, Polaroid, Circo Beat, Ciudad de pobres corazones y a Rodar la vida. Un show sumamente enérgico e impecable, que reservó para el final unas palabras de Fito para sus Burritos y las hermosas Dar es dar y Mariposa Technicolor ovacionadas por todos.

Cuando parecía que todo había terminado Fito visitó el Estudio Movil de Mega98.3 para hablar de su reciente paso por el Fetival de Cine de La Habana con el documental que lo tiene como protagonista: Las manos al piano. También contó como se sintió en los shows de Calamaro, de Spinetta y de Charly en Rosario en en los que estuvo invitado recientemente. Y para el final la noticia el nombre del disco que se editara en el 2010 Confiá!

Un cierre de oro para un año en donde los artistas más destacados de la escena nacional pasaron por el escenario de La trastienda para hacer sus conciertos exclusivos para oyentes de Mega 98.3

14 de diciembre de 2009

una noche con el primo andrés



Como él mismo se encargó de recordar desde el escenario: por cuarto año consecutivo, Andrés Calamaro despidió el año desde el escenario de un Club Ciudad de Buenos Aires sold out (para los que se quedaron afuera, hoy hay revancha en el rico Luna Park). A continuación, diez impresiones de un concierto de lujo:

1- ¿Cómo agregar sorpresas a una lista de temas imbatible y reconocida por todos? Con un recurso práctico en gran parte del show: citas a grandes canciones de la historia del rock. Así fueron pasando la apertura con la stoniana "Jumping Jack Flash", y fragmentos de "Walk Of Life" (Dire Straits), "Walk On The Wild Side" (Lou Reed), "Fiesta cervezal" (Pappo's Blues), "Pica mi caballo" (Miguel Abuelo) y "Stairway To Heaven" (Led Zeppelin) entre lo mejor del repertorio, para también dar cuenta de la melomanía de Andrés.

2- "La mirada del adiós": quizás la canción más conmovedora y menos conocida del Buena suerte de Los Rodríguez. Una fotografía perfecta de una separación de pareja ("Cuando me di vuelta ya no estabas, yo sólo buscaba la mirada del adiós") y un gran rescate emotivo.

3- Otra gema desempolvada: "Por mirarte". Acá la postal es urbana ("Por mirarte cruzar esa avenida...") y la cita a Nebbia / Tanguito (la inmortal "balsa de madera") es puro rock nacional forever and ever.

4- En estas celebraciones de fin de año Andrés siempre eligió estar rodeado de amigos, y esta vez no fue la excepción. Así fueron pasaron un gran Adrián Dárgelos (¡Qué bien que le sentó "Los aviones"!), Fito Páez ("Crímenes perfectos" y "Canal 69"), los ¿ex Bersuit? De Bueyes (para el set tanguero) y Vicentico Fernández Capello ("Tuyo siempre" y "Flaca", esta última también con Dárgelos).

5- El ensamble guitarrero que acompaña a Andrés desde hace unos años suena cada vez más ajustado. Cada uno de los músicos sabe su papel a rajatabla y permiten que Andrés se atreva a improvisar con su voz, para ser más cantante que nunca.

6- El recuerdo a los amigos ausentes en "Los chicos", y la proyección de imágenes de Luca Prodan, Miguel Abuelo, Federico Moura, Pappo, Julián Infante y Guille Martín. A todos, de parte de los 22, hace mucho que los queremos ver.

7- El set tanguero tiene fans y detractores, pero es grato que Andrés persista con este rescate del género. Eso sí: quienes tenemos la gimnasia de ver sus shows ya sabemos que los temas suelen ser "Los mareados" y "Naranjo en flor". Quizás algún cambio allí vendría bien para renovar la dinámica del concierto.

8- "El perro", con melodía "ramonera" y su letra coreada por la multitud ("¡Qué lástima Argentina! Eras un bizcochuelo, ahora sos gelatina"), fue la joya oculta made in Camboya que libró del olvido Andrés. Bravo por eso.

9- "Paloma", el hit creado por la gente, el final épico. Todo dicho mil veces, y esta vez también.

10- "Si no estuviéramos acá, estaríamos en casa pidiendo empanadas o viendo Dr. House". "Que linda noche para desearle la pena de muerte a todos los represores de la ESMA y que se haga efectiva en 48 horas". "Sí, dije pena de muerte". "Adrián Dárgelos: la inteligencia superior". "Cuando seamos viejos y nadie nos quiera más, me voy a ir a vivir con Vicentico: tenía que decirlo". La lengua popular dixit, o la habitual verborragia escénica de Andrés.

Por Pablo Strozza

12 de diciembre de 2009

videos para pasar el finde

Con Luis, Las Cosas Tienen Movimiento



Fito y Peperina



Con Sui, Bienvenidos Al Tren (1999)



Con Nito, Cuando Comenzamos A Nacer en Ecuador



5 Minutos en la casa de Fito

11 de diciembre de 2009

fito páez presentó "las manos al piano"


La Habana, Cuba.- El músico argentino Fito Páez restó trascendencia al megaconcierto del colombiano Juanes celebrado en septiembre último en La Habana durante una rueda de prensa anoche, a poco de llegar a La Habana horas antes de asistir al estreno mundial de un documental sobre su vida en el XXXI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

"Me enteré hace poco de eso, no lo sabía" respondió al solicitársele su opinión sobre la concurrencia de más de un millón de personas que asistieron al polémico recital "Paz sin fronteras" en la Plaza de la Revolución hace tres meses.

"Los tiempos han cambiado mucho - agregó- en ese sentido habría que repensar qué significa un concierto de esa naturaleza en el medio de un momento de gran mercadotecnia. Entonces siempre voy anteponer la idea del encuentro en una casa con un piano entre músicos que a la mega idea de solidarizarse con algo a través de los grandes medios. Pero esa es mi forma de ver el mundo, y ser".

Añadió que "por supuesto no es que no esté de acuerdo con lo otro, pero me parece que los acercamientos reales con los lugares es cuando conoces y te involucras con el lenguaje del lugar, con la cultura del lugar en serio".

Páez, compositor y cineasta, participa por cuarta vez en el festival cubano, en esta ocasión con "Las manos al piano" acompañado de su director Fernando Rubio y el productor general del filme, Gastón Pauls, quien reveló que su próximo proyecto tendrá de tema central la vida del futbolista argentino Carlos Tévez.

"Las manos al piano" trata de la relación del músico con ese instrumento durante las grabaciones y de los momentos de intimidad familiar a lo largo de todo un año.

"Mis otras tres películas pasaron por aquí... Cuando se pensó dónde podíamos estrenar ésta y se dijo La Habana fue extraordinario, porque Cuba realmente es mi casa un poco", afirmó Páez, ganador de un Grammy Latino en la ceremonia de hace un mes en Las Vegas, en la categoría de Mejor álbum pop vocal masculino por su disco " No sé si es Baires o Madrid".

"Los premios son una caricia, una palmada en la espalda, siempre se agradecen vengan de donde vengan, te sientes reconocido, no creo que haya nadie que diga que no le guste recibir un premio", dijo en alusión a este galardón el argentino de quien el conductor de la conferencia de prensa comentó al inicio: "No hace presentar a Fito ni hablar de su obra sobre todo para el sector del público no reguetonizado de América Latina".

Declinó opinar sobre las posibilidades de Argentina en el próximo Mundial en Sudáfrica con Diego Maradona como director técnico, "son partidos de futbol, la verdad que no le doy más importancia que eso, no me vuelven loco, me vuelven loco otras cosas", apuntó Páez, quien adelantó que en 2010 incluirá a una baterista cubana en la próxima banda, un disco nuevo que se llamará "Confiá", una gira por América Latina y quizá Europa y posiblemente la producción de un nuevo largometraje.

asiste fito páez a estreno de Las manos al piano

Fito Páez estaba en la fila trasera. Fernando Rubio y Gastón Pauls en la delantera a la mía. Director y productor escuchaban al cantante revivir cada secuencia reproducida en la pantalla grande del cine La Rampa. También todos los asistentes.

Las risas en las escenas más íntimas o los comentarios de regocijo cuando algún familiar aparecía en las imágenes, se escuchaban detrás de mi asiento. Es que se creó un feliz estancamiento del tiempo el martes último, con el documental que rememora un singular momento en la vida creativa de Fito Páez.

Y es así como se devela Las manos al piano, un material que captó al artista justo cuando concebía canciones y las hacía acompañar de los acordes de un piano, para que todas ellas formaran parte de un disco titulado Rodolfo.

El documental, que se estrena en el 31 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, penetra, en sus 75 minutos de duración, en la relación de Fito con el piano, un instrumento esencial en su formación como músico.

«Fue mi primer amigo», dijo frente a la cámara Páez sobre el Foster que había en su casa, y nos deja con esa sensación de que quizá sea este filme una reverencia a tantos años juntos.

Pero el propósito fue aún mayor para el director y el staff. Se trató de ilustrar cuánto ha marcado la música en la vida del autor de 11 y 6 y Yo vengo a ofrecer mi corazón. Las imágenes muestran las influencias que encontró el artista en los discos de acetato que coleccionaba su padre, la siempre presente historia de su madre en la música, y las clases de su maestro y vecino.

«La verdad es que las canciones crearon una gran intimidad y Fernando se integró cuando todavía no las había terminado. Hay una cosa muy curiosa que pasó (con el rodaje): las luces prendidas. Parecía un hospital más que una sala de grabación. Pero fue la convención que establecimos desde el comienzo, y nunca nos molestó», relató Páez.

Fito no había llegado tan lejos en el cine. Al menos no para protagonizar su propia historia. Para ello Fernando Rubio logró sumar en ese relato a la familia del cantante, y sorprende cómo esos «actores» que toman parte en la vida del intérprete, reproducen detalles personales del artista a través de fotografías y del ejercicio de la memoria.

Fernando define esta película como «el ensayo de un hombre sobre otro». Y deja claro en las secuencias, su admiración por la obra del conocido cantante argentino, porque para él ha sido la música, a través de las imágenes, las que han condensado al hombre.

Y en ello el actor Gastón Pauls coincide. Está muy orgulloso de que el documental haya pasado «por sus ojos» y de haberlo producido. Espera que la cinta tenga un largo recorrido. Mientras, le emociona que sea disfrutado en La Habana, el lugar adonde Páez siempre ha acudido para exhibir sus películas anteriores.

Me resisto a ver a Las manos... solo como la filmación del proceso creativo de un fonograma, que le ocupó a su protagonista alrededor de diez meses —entre junio de 2007 y marzo de 2008.

Aunque Fito siempre diga que su arte continúa y que se le verá musicalmente en el CD Confiá —que ya edita—, o en la gira que iniciará en marzo venidero por toda América y parte de Europa; Las manos al piano es un documental que dibuja al músico en un período de tiempo tan importante, que se nos hace una imagen eterna.

9 de diciembre de 2009

fito páez dice haber moderado su pasión juvenil por la revolución cubana



LA HABANA (AFP) - El músico argentino Fito Páez admitió el martes en La Habana que en su juventud pudo ser un apasionado de la revolución cubana, pero que, a sus 46 años, el tiempo "atempera los fuegos pasionales" y ahora ve como lo más importante "el respeto por la vida humana".
 "El tiempo lo que hace es atemperar los fuegos pasionales y poner las cosas en su lugar (...), la vida en su lugar (...) Lo más importante es el respeto por la vida humana, estés en el sistema que estés, y vivas donde vivas, ahí se dirige toda mi atención", dijo Páez a la prensa.
"Todos los países tienen procesos que son muy específicos, muy complejos y donde están en juego un montón de cosas", opinó Páez. "No es algo del socialismo y el neoliberalismo, ni mucho menos, sino de algo que tiene ver con la condición humana".
Páez participa por cuarta vez en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que en esta 31 edición presentará fuera de competición el documental 'Las manos sobre el piano', del argentino Fernando Rubio, sobre su obra musical.
Fito Páez descartó presentarse en público durante su visita a la isla: solo encuentros de amigos con un piano, que prefiere a los grandes conciertos. "Siempre voy a anteponer (...) el encuentro en una casa con un piano entre músicos", dijo el músico, que respondió con humor en la rueda de prensa.
Sobre la posibilidad de hacer alguna película sobre Ernesto Che Guevara, dijo que se trata de "una figura monumental" sobre la cual se han hecho grandes obras épicas.
"Yo tiendo a pensar más en la intimidad de la casa... No sé si puedo pensar tan heroicamente, tan épicamente a la hora de narrar o decir con palabras, a lo mejor no están en mi naturaleza estas narraciones épicas", aseguró el músico, también guionista y director de los largometrajes 'Vidas Privadas' (2001) y '¿De quién es el portaligas?' (2007).

7 de diciembre de 2009

fito megacústico


El 14 de diciembre.

Se viene el último Megacustico del año con Fito Páez en vivo, en un show exclusivo para oyentes del puro rock nacional.

Este 14 de diciembre, no te pierdas a Fito Páez Megacustico.

Seguí en Mega 98.3, solo acá vas a poder ganar tus entradas exclusivas al último Megacustico del año, junto a uno de los más grandes artistas de nuestro rock.

Fito Páez es Mega 98.3. Puro rock nacional.

GRACIAS RODRIGO

rosario fue una fiesta con charly


El hombre que atravesó generaciones, que logró la identificación de la gente con sus canciones y que retrató como pocos la realidad argentina de las últimas cuatro décadas, se permite ahora hablar de sí mismo. De su momento, de su regreso atravesando sombras y tinieblas. Charly García desata una fiesta en Rosario, pero en su música, en sus gestos, en sus palabras, surge además un guiño cómplice con éste, su esperado regreso a los escenarios.

Entonces, canta Influencia y se golpea el pecho cuando dice aquello de "voy a confiar en mí". Y evoca a Serú Girán con Llorando en el espejo, una canción que, confiesa, "se adapta mucho a lo que me pasa". Pero hay más de un Charly que disfrutó del lugar y del contacto con la gente el sábado a la noche.

Junto a Fito, "el rosarino rockero mas famoso", despuntaron Desarma y sangra.

Invita a Nito Mestre y en las estrofas de Cuando ya me empiece a quedar solo habla de "una vejez sin temores y una vida reposada". Es la postal más perfecta de su actualidad. Es Charly en estado puro. "Y un millón de manos que me aplauden", sigue cantando. Son, al menos en Rosario, unas 20 mil las que se chocan rendidas ante él.

En la despedida de la gira latinoamericana que inició en Perú y que, previo paso por Vélez, tocó su punto final este año en el Hipódromo de Rosario, hubo una ceremonia de reencuentro con sus fieles seguidores: desde el adolescente bailando frente al escenario con una remera de Iron Maiden hasta el cincuentón calvo de elegante sport. Todos quieren hacerle el "aguante" en el sexto show que ofrece desde su regreso, el segundo en la Argentina.

Y él devuelve tanto afecto con música. Acompañando por una banda ajustada y poderosa, entrega un recital de 2 horas y 20 minutos con 35 piezas que ya forman parte del cancionero popular argentino. Si el trío chileno -Toño Silva Peña, Carlos González y Kiuge Hayashida ¿ es la pared de sonido sobre la que se asienta la banda y Carlos García López es la guitarra en estado de combustión permanente, Fabián Quintiero surge como el coordinador del grupo cuidando todos los detalles. A Hilda Lizarazu le toca acompañar a García con su voz. Pero también jugar con él, teatralizar los temas.

Charly se siente contenido por la banda y abandona el piano con frecuencia. Se para frente al micrófono y canta, baila, gesticula acompañando la letra de los temas, de las que no olvidará casi nada.

Y repasa como si se trataran de golpes de nocaut al mentón un seleccionado de clásicos: Cerca de la revolución, Demoliendo hoteles, Rezo por vos, Yendo de la cama al living, Nos siguen pegando abajo, Vicio, Estoy verde, Hablando a tu corazón... Sus creaciones de los '80 tienen un lugar central.

Si el encuentro con Nito es un abrazo con la nostalgia -con él cantó Canción para mí muerte y Mister Jones-, el otro invitado de la noche fue un gesto para los locales (ver Información) Al final, bañado por una ovación, Charly vuelve a la referencia personal. "Y, la verdad que sí: Say no more aguanta", tira entre cómplice y feliz. Como García. Un clásico inoxidable.«

FUENTE: Clarin

5 de diciembre de 2009

spinetta en vélez: el jardín de los presentes


A eso de las 22 horas, con una hora de demora de lo pactado originalmente, Luis Alberto Spinetta salió a escena. Primero agradeció a muchos de los músicos que tocaron con él durante su extensa trayectoria y que no pudieron ser de la partida de este concierto de sus Bandas eternas (Pedro Aznar, Frank Ojtersek, entre otros) y disculpándose ante los músicos que le gustan y que no serían versionados esa noche (Moris, Indio Solari, Andrés Calamaro y Hugo Fatorrusso, "el más grande talento que dio el Río de la Plata", fueron los más destacados). Y luego, con su banda actual y el bellísimo "Mi elemento", comenzó el recital.

Hubo dos segmentos bien marcados en el show, y cada uno de ellos contó con 25 canciones. En el primero, Spinetta repasó temas de Jade y de su trayectoria solista con multitud de invitados, se permitió hacer covers de gemas ajenas ("Mariposas de madera" de Miguel Abuelo sólo con su guitarra, "El rey lloró" de Litto Nebbia, "Adonde está la libertad" de Pappo con Juanse en voz). Las intervenciones de históricos tecladistas de Jade como Juan de Barrio, Diego Rappoport y Leo Sujatovich dieron un clima de intimidad casi inédito para un estadio de fútbol (más que nada los dos últimos que, acompañando a la casi desnuda voz del Flaco, brillaron con "Ella también", "Umbral", "Era de uranio" y "Vida siempre"). Fito Páez puso su piano al servicio de "Las cosas tienen movimiento" y "Asilo en tu corazón"; Gustavo Cerati cumplió "el sueño del pibe" (sic) al cantar "Té para tres" y "Bajan" y, tras una toma hip hop de "Necesito tu amor" de Manal con Dante y Leeva, una hermosa versión de "Filosofía barata y zapatos de goma" fue el preludio para la aparición de Charly García, con uno de los plenos de la noche: "Rezo por vos". Final de la primera mitad, en donde no faltaron los habituales diálogos con el público ("Flaco, ¡no te mueras nunca!". "Vos tampoco, porque si yo me muero, vas a necesitar un testigo") y las menciones a los músicos geniales que iban a ser parte de la escena, que de tanto repetirse por parte de Luis terminó siendo una suerte de guiños cómplice con la gente.

El segundo set comenzó con el recuerdo al desparecido Daniel Wirtz, y una formación de los Socios del Desierto ("Los socios de este concierto") con el original Marcelo Torres y Javier Malosetti en batería. Y luego,el Everest de la noche: Invisible. Spinetta, Machi y Pomo, o como un power trío puede sonar como una orquesta sinfónica, desafiar el paso del tiempo ("Lo que nos ocupa es esta abuela, la conciencia que regula el mundo" es una canción que parece compuesta hace sólo quince días, y supera las tres décadas), aplicar métricas imposibles ("Jugo de lúcima") y sensibilizar hasta a las piedras con crescendos explosivos ("Perdonado (Niño condenado)"). El final fue con Lito Epumer haciendo las veces de Tommy Gubitsch (quizás, el gran ausente de la jornada) y el "Amor de primavera" de Tanguito. Sin solución de continuidad, la reunión más festejada: la de Pescado Rabioso. Con David Lebón en guitarra y Guillermo Vadalá en bajo, "Poseído del alba" fue el comienzo soñado que muchos jamás pensábamos ver en nuestras vidas, seguido del "Hola dulce viento" de Lebón. En "Serpiente (viaja por la sal)" el diálogo a lo Genesis de las dos guitarras con el Hammond de Carlos Cutaia fue tan épico como marcaba la leyenda. "Me gusta ese tajo" tuvo a Bocón Frascino como invitado en viola, y el fin fue ni más ni menos que "Post crucifixión". Y, por último, Almendra. La comunión entre Del Guercio, Molinari, García y Spinetta es la de esos cuatro chicos de Belgrano que de buenas a primeras pintaron su aldea y, de paso, el mundo de todos los argentinos, al menos. ¿Cómo se explica, sino, el solo de Edelmiro en "Color humano", la voz de Emilio en "Fermín", el ataque de la batería de Rodolfo en "Hermano perro" o el arreglo vocal de "Muchacha ojos de papel" (dedicada a la mamá de Luis Alberto)? Sólo cuatro hombres que se conocen desde hace más de cuarenta años, con sus bondades, miserias, alegrías y tristezas, pueden lograr semejante grado de entendimiento mutuo.

Ricardo Mollo sumó su guitarra para "8 de octubre" (a beneficio de los chicos muertos en la tragedia de Santa Fe) y tres hitazos cerraron la fiesta: "Seguir viviendo sin tu amor", "Yo quiero ver un tren" y "No te alejes tanto de mí". Y, luego, la anécdota innecesaria: Spinetta haciendo mención a la portada de "una revista que nos solía gustar", en donde en su tapa, junto con Charly García, hay un primer plano de los rostro de ambos que oculta y oscurece la remera de Conduciendo a conciencia. "Para esa revista, fuck you. Quiero ver los deditos de todos levantados", dijo, invitar a todos los músicos participantes a saludar con la misma remera. La revista, claro, es Rolling Stone. Luis Alberto Spinetta es, sin lugar a ninguna duda, un genio de la música. Pero está claro que no debería opinar sobre la decisión editorial sobre cómo poner los títulos en la portada de una revista en la que, en dos notas, se hace mención a la campaña de la que su figura, junto a la de León Greco y el propio Mollo, la cara más destacada.

Por Pablo Strozza
FUENTE: ROLLING STONE

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar