22 de septiembre de 2007

..y llegó Rodolfo

Nos hemos podido enterar por cualquier sitio que Fito Páez sacó nuevo disco. Nosotros hemos esperado a escucharlo y compartir opiniones para hablar algo sobre este nuevo RODOLFO. Se trata, en palabras del propio Rodolfo (Fito ahora prefiere que le llamemos así), de un disco austero. Páez también estrena película (¿De quién es el portaligas?) y fue durante la postproducción de ésta que se encerró a componer y grabar su nueva entrega musical. Una habitación, él y un piano. Sin más. Atrás quedaron sus producciones barrocas, recargadas y con colaboraciones de lujo. El Flaco nos llega aquí a pecho descubierto, en estado puro. Es opinión generalizada que Páez suena mejor y se disfruta más en vivo que en estudio. Ello le ha llevado con frecuencia a grabar pensando en cómo sonaría ese tema ante el público. En esta ocasión Fito también dejó eso y ha hecho un esfuerzo de introspección, unos temas paridos sin más frontera ni perspectiva que la del goce de las notas saliendo del piano. Así, nos ofrece un disco repleto de temas sobre el amor, alguna referencia a vidas sórdidas (Sofi fue una nena de papá), pensamientos compartidos a ritmo de vals (Cae la noche en Okinawa) o un homenaje a Litto, Charly y Spinetta (Gracias). Musicalmente hace dos incursiones en la (mal llamada) “música clásica” con su Nocturno en Sol y Waltz for Marguie. El disco se redondea con un revolcón en la música tradicional Argentina: una deliciosa Zamba (del cielo).
Probablemente el disco pueda decepcionar a quien quiera más de lo mismo, a quien superficialmente siga colgado del Fito de El Amor después… y posteriores surrealismos; pero para quien sigue su evolución, su trayectoria y avatares, es una delicia que nunca, nunca, se cansa uno de oír. Más que recomendable. Y si quieres saber algo de porqué "Rodolfo" o cómo se fraguó el disco, puedes oír AQUÍ un resumen de la entrevista que dio para la Rock&pop. Gracias Fito… estoooo, queremos decir gracias ¡Rodolfo!

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar