28 de mayo de 2010

Fito Páez, más allá del concierto

"Me siento honrado por haber cerrado una celebración de verdad", decía Fito Páez anoche, todavía profundamente conmovido y emocionado por el recital de anteayer con el que se cerraron los festejos del Bicentenario y en el que repasó canciones de su carrera, junto a su banda y a varios invitados: Fabiana Cantilo, en "11 y 6"; Claudia Puyó, en "El amor después del amor"; Pablo Milanés, en "Yo vengo a ofrecer mi corazón" y Juanse, en "A rodar mi vida".

Luego, junto a muchos de los músicos que habían pasado por ese escenario de la República, entonaron el Himno Nacional. Páez asegura que es momento quedará entre los más importantes de su vida. "Nació Martín, nació Margarita, el himno cantado por dos millones de personas -dice-. Es que fue un hecho casi tribal el cantar esas palabras, con esa música que es tan importante para todos. Un himno está entre los más lindos del mundo. Ese grito de «libertad, libertad, libertad» fue impactante", asegura.

Insiste en que su actuación, con todo lo que lo honra, no fue el hecho principal, que lo más importante ha sido la contundencia de ver a tanta gente volcada a las calles. "Pasé casi todos los días por allí. Nunca vi algo así -dice-, tanta gente sin violencia, sin afanos, paseando en familia. Fue un hecho cisma, que marcó un hito y que no se podrá soslayar a la hora de interpretar lo que sucede con la gente. Fueron las ganas de hacerse cargo de la historia. Hay que apartar la vanidad, porque la gente dio clase de civilidad, y hay que repensar las palabras que se usan, inseguridad, destino del país, los intereses. Hay que pensar y decidir ir para adelante. Ser todos más sanmartinianos".

No hay comentarios.:

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar