23 de septiembre de 2008

Fito Páez Y Alejandro Sanz


El Waltz for Marguie fue la melodía encargada de empezar la magia. Fito Páez, el músico argentino que alguna vez se despeinaba en tarima con su banda de rock, encantó con un show íntimo y muy emotivo, desde la sobriedad de un traje negro y un imponente piano de cola, en el Knight Concert Hall del Adrienne Arsht Center, el viernes pasado en medio de su gira Solo acompañado.
Luego se arregló sus crespos alborotados y observó al público, no dijo una sola palabra, y ellos tampoco: 11 y 6 rompió el silencio y provocó el aplauso ensordecedor de los asistentes, quienes muy tranquilos dejaron que fuera Fito quien llevara las riendas de la noche. Una ovación alimentó el espíritu de la noche, que fue especial desde la primera nota.
Con la casa llena, el público fue pieza clave en el recital. Acompañando cada canción sin ponerse de pie cada dos minutos, ni gritar, ni interrumpir, entendió la importancia del silencio en un recinto como éste. Tumbas de la gloria, en un arreglo acústico trajo a la memoria de los asistentes al Fito de comienzos de la década de 1990, cuando llevaba la misma canción de gira por todo el mundo.
''Me la pasé tantos años tocando con un grupo, que ahora está buenísimo tocar solo'', dijo emocionado el músico rosarino. ''Gracias a tantos años de viajar y conocer gente, hoy tengo el privilegio de compartir el escenario con gente que quiero'', y con estas palabras dio la bienvenida a la primera invitada de la noche, María Vitale ''Emme'', quien con su encantadora voz repasó con Páez, La Verónica, en un tierno dueto que embrujó.
''¡Te amo, Fito!'', gritaba una mujer desde un palco. ''Eso han dicho todas las mujeres que me han dejado'', respondió entre risas el cantante. Luego El amor después del amor y El cuarto de al lado, iban y venían por la historia musical del argentino, que le regaló a su público más de 25 canciones esa noche, entre clásicas y
nuevas.
Luego Un vestido y un amor, considerada como una de las mejores exponentes del rock argentino, invitó a todo el mundo a cantar con Fito. Más adelante llegó otro amigo y ''compañero de noches de juerga en Miami'', Javier García, quien con su encantadora voz de niño grande cantó a dúo con el argentino A toda velocidad y de bono extra le regalaron al público una ingeniosa versión de Lágrimas negras, del maestro Miguel
Matamoros.
''Un respiro chicas, no puedo con todas juntas'', decía el músico mientras tomaba de su vaso de agua y pasaba las páginas de sus partituras. Más tarde vinieron, Cable a tierra y Al Lado del camino, ambas acompañadas de la emoción del público.
Luego, el violinista cubano Alfredo Triff subió al escenario para acompañar al músico en una nueva versión de la primera de la noche, Waltz for Marguie, compuesta por la hija de Páez, e incluida en su reciente trabajo, Rodolfo.
Para seguir a tono con la magia, Mario Domm, del grupo Camila, y el guitarrista argentino Coqui pusieron su cuota para interpretar junto al ídolo rockero varios de sus temas favoritos. Luego, el cantante desapareció en medio de un aplauso ininterrumpido de dos minutos, el mismo que lo trajo de vuelta para cantar a capella, sin micrófono, sin piano y sin amigos, Yo vengo a ofrecer mi corazón: ''No será tan fácil, ya sé que pasa, no será tan simple como pensaba/ como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada del amor/ luna de los pobres siempre abierta/ yo vengo a ofrecer mi corazón'', uno de los momentos más emotivos de la noche.
Y para cerrar una jornada de sorpresas y buena música, el cantante español Alejandro Sanz se apareció en la tarima para cantar con Fito "Tu Sonrisa INolvidable" y cerrar un recital inolvidable.
Al final, los amigos músicos acompañaron al rockero a despedirse, mientras proclamaba a Miami como un ''conciertazo''. Su gira Solo acompañado promete llevar por todo el mundo al músico responsable de las buenas memorias de varias generaciones que han crecido con su música.•

2 comentarios:

Anónimo dijo...

che, qué cagada lo de sanz...todavía no me he recuperado,jejeje....es que no puedo...mira...no puedo...lo demás suena mejor..... gracias por la info!!V.

Rocio dijo...

el anonimo que habnla de ale es porque es una persona sin conocimientos acerca de su carrera , de su experiencia y de los valores que tiene una persona como alejandro sanz.es un gran musico y alguien que dice algo tan estupido y no pone su nombre no vale ni la pena leerlo.antes de comentar algo sin sentido informate.
creo que si fito paez siendo un gran musico tuvo la oportunidad y quiso cantar una cancion con el , es porque son los dos unos maestros de la musica!

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar