15 de julio de 2011

Fito, otra víctima de la dialéctica

POR: Adrián Iaies

SIENTO por Fito Páez afecto personal. Las veces que lo he tratado ha sido muy amable y es alguien que hace de la elegancia un valor. Ha sido un gran anfitrión cuando me invitó a compartir su escenario. Siento por él respeto profesional y la misma admiración que siento por todo aquel que es capaz de componer una canción perfecta. Y, sobre todo, siento gratitud. He tocado y grabado algunas de sus canciones y eso ha mejorado mi calidad de vida, tanto como lo hicieron el Cuchi Leguizamón, García, Spinetta, Troilo, Monk y tantos otros.
Esos sentimientos que tengo por Fito no están en juego ni en discusión ni son plausibles de ser modificados, aun cuando Fito me confirmase que también sintió asco por mí, dado que yo voté a Macri. Lejos de la carnicería que se ha instalado alrededor de su figura, mi pensamiento va por otro lado. Fito es otra víctima más que se cobra la espiral de violencia a la que la dialéctica nefasta del Gobierno -que consiste en "o se apoya el modelo a pie juntillas o se es un fascista reaccionario"- contribuyó a crear.
Si lo que dijo Fito lo hubiese pronunciado algún funcionario de los que diariamente se ocupan de insultar y descalificar, esos dichos no habrían tenido mayor trascendencia. Ya estamos acostumbrados al desprecio y la arrogancia. Además, esos funcionarios tienen fecha de vencimiento. Pero Fito no caduca. Es para siempre y es de todos. La obra de Fito está en el mismo lugar sagrado de aquellas producciones culturales y artísticas de las que podemos sentirnos orgullosos. Como las de Piazzolla, Spinetta, Ariel Ramírez, Torre Nilson, Saer, Sabato, Castagnino, Tato Bores, Jorge Guinzburg, la Negra Sosa y tantos otros.
Que alguien inteligente, lúcido y talentoso haya caído en ese exabrupto habla del clima de exasperación que nos inunda y que nos pone a todos al borde del mismo error que llevó a Fito, un tipo siempre apasionado, a expresarse de ese modo tan desafortunado. Esa dialéctica nefasta ha convertido a la Argentina en un territorio dividido con un alambrado. A cada lado, un gueto diferente. Como si la única medida de todas las cosas fuera apoyar o no al modelo.
Y, la verdad, para mí, Cristina no es tan importante. Como no lo son Macri, Filmus, Carrió, Alfonsín ni cualquiera de los políticos que, se supone, aparecen en nuestras vidas de gente común para mejorarlas y ser nuestros servidores. Hacen su tarea, con mayor o menor acierto, y luego se van. Nadie es imprescindible. Me niego a privarme del afecto con gente muy querida, simplemente porque yo no comulgue con "el modelo".
Las convicciones políticas e ideológicas forman parte de nuestra intimidad. Casi como nuestras preferencias sexuales. No creo que este modelo sea progresista, pero no viene al caso exponer mis argumentos. Lo que urge es parar con esta espiral de violencia.
Es violento pensar que es fascista, reaccionario y conformista ese mismo electorado que, por ejemplo, en el 95 le dio la espalda al ahora aliado del Gobierno Carlos Menem cuando arrasó en el resto del país extorsionándonos a todos con el lamentable "voto cuota" y otras miserias.
La confirmación más contundente de lo reflexivo del voto de los porteños es que la mitad de los votantes de Filmus le dijeron que no a Cabandié (candidato más fogoneado que el propio aspirante a jefe de gobierno) y tomaron opciones quizá más progresistas, como las de Ibarra o Cerrutti. Que el cuarto sea oscuro no significa que uno vaya con los ojos cerrados.
Y es insultar la inteligencia (tanto la nuestra como la suya propia) pensar que se puede perder por veinte puntos sólo por un "error en la comunicación". Es como ir a cenar con una mujer que te gusta con mal aliento, las uñas sucias, comer con la boca abierta y hablar toda la noche de uno mismo y de las propias hazañas y luego pensar que te rechazó en seco porque no entendió tu declaración de amor?
No quiero ser autorreferencial, pero debo decir que he vivido algunos de los momentos más emocionantes y movilizadores de mi carrera compartiendo escenario con Liliana Herrero, en las épocas del dúo. Liliana piensa, en términos políticos e ideológicos, muy diferente de mí. Sin embargo, nosotros encontramos un territorio sagrado de comunicación y de comunión que nos permitió un diálogo enriquecedor para ambos y, creo, le regaló un buen momento al público que nos seguía.
La sociedad argentina, que en los últimos veinte años ha sufrido una degradación cultural de la que recién ahora estamos tomando nota, tiene la obligación de encontrar esos territorios sagrados de consenso y de diálogo. Y quien ocupa el poder tiene la responsabilidad de conducir a esa sociedad en esa dirección.
El planteo de Fito no resiste análisis. ¿Qué hacemos con aquel votante de Macri que en la nacional vote a Cristina? ¿Debemos sentir asco ahora y respeto luego? ¿Qué hacemos con el desprevenido votante a favor del Gobierno que siempre sintió asco por Menem y ahora se desayuna con que es un aliado? ¿Qué hace aquel votante de Macri que ha crecido con temas de Fito, que fue a sus conciertos y compró sus discos y ahora se entera de que Fito lo desprecia?
Todo esto es una locura de la que Fito es la primera víctima y el primero a quién hay que proteger. Soy pianista. Tuve la fortuna de llenarme los dedos de música tocando "Yo vengo a ofrecer mi corazón" o "Cable a tierra", entre tantos otros temas. Cualquiera de esas canciones vale mucho más que el texto cuestionado y tiene perdurabilidad y vigencia aseguradas.
León dijo "la cultura es la sonrisa". Eso es lo que hay que recuperar: la sonrisa, la elegancia y el sentido común. Relajarse un poco. Si el texto de Fito sirve para ayudarnos a reflexionar y tomar conciencia del nivel de canibalismo que nos habita, entonces no sólo su música habrá sido una contribución a la mejora de nuestra calidad de vida. © La Nacion

5 comentarios:

Nico dijo...

Impecable! coincido plenamente con Adrian Iaies

Anónimo dijo...

Lamentable PENDEJO...Que poca resistencia a las palabras de un GRANDE...Ni vale clasificar tu articulo...Dedicate a desarrollar la critica de Vrgas Llosa...de la Carrio...y si de autocracias estas "agotado" ....capitaliza tu tiempo en leer historia

Anónimo dijo...

Qu boludo iaes como vas a votar a macri ! sos tan bruto como buen pianista

Anónimo dijo...

Como No Argentina que soy, veo claro que el problema no es qué opine Fito o quién vota a Mauricio Macri,es el odio y la arrogancia que se tienen unos a otros, cuando voy allí lo noto, es palpable en la calle cada día, en el subte y en asados.Eso sí me da asco.
Mientras no os respetéis, la democracia no existe.
No es la primera vez que declaro que Páez es desafortunado en sus declaraciones políticas, no se expresa bien, es incongruente que te de asco la élite si tú supuestamente has vivido en Recoleta con desahogo.
Los políticos no tienen nada que hacer, la política empieza en la calle y mientras se odien unos a otros con ínfulas clasistas, no van a crecer.
Un saludo y ánimo, en Argentina queda todo por hacer, empezando por todo, por la posición que ocupa la mujer, el machismo, la falta de obra social, le falta a todo una vuelta.
Opinar, es gratis y aviva un fuego inútil, los de abajo odian a los de arriba y los de arriba odian a los de abajo…Qué pena.
HM

Rocky Racoon dijo...

Es lo mejor que he leído sobre el tema desde el mismo 11 de julio en que se publicó la carta en Página 12. Es tan aliviador saber que hay gente asi y que uno no está solo en medio de tanta locura. Capo Adrián, por lo que dice, por cómo lo dice, por el coraje para decirlo ante tanto artista estereotipado que repite el rollo de siempre.

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar