7 de diciembre de 2010

Spinetta y Las Bandas Eternas

Spinetta presentó su caja. Es el registro, en tres CDs y tres DVDs, de su mega concierto del año pasado en Vélez, sobre sus “Bandas Eternas”.

Amigos, esta tocada es para los que están, y también para los que no están.” Sin más ceremonia, Luis Alberto Spinetta, acompañado por su banda actual (con cambio obligado de Matías Mendez por Nerina Nicotra -ausente con aviso- en el bajo) arrancó Canción de amor para Olga su mini concierto de presentación de la caja de tres CDs, tres DVDs y un libro, que condensa las casi seis horas de su histórico concierto del 4 de diciembre del año pasado, en el que el Flaco reunió a sus Bandas Eternas.

Antes de la aparición de Spinetta y sus músicos, por la pantalla de fondo del escenario pasaron muchos de los protagonistas de aquella noche, mientras algunos de ellos se miraban desde la planta alta de Niceto.

Rodolfo García, Lito Epumer, Machi Rufino, Pomo Lorenzo, Fito Páez, Black Amaya, Carlos Cutaia, Leo Sujatovich, Marcelo Torres fueron algunos de los compañeros del Flaco que se acercaron.

Pero, por si alguno de los agraciados que con la compra de su caja recibieron una entrada para el exclusivo show tenía la esperanza de asistir a una zapada para el recuerdo, el músico se encargó de echar por tierra la expectativa.

Relajado, como entre amigos, Spinetta paseó por su Pelusón Of Milk , por el Candombe Blues de Hugo Fattoruso y algunas perlas de su material más reciente, con destino final en Tu vuelo al fin . En el medio, Javier Malosetti se sumó para una versión de La herida de París con menos pirotecnia que antaño, pero con una secuencia de acordes imposibles.

Después, otra larga sucesión de fotos eternas de las bandas de Luis. Y a esperar por la caja, disponible desde el sábado en Mango’s Music, al precio de $490.

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Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar