29 de junio de 2010

La Espera - Spinetta Y Los Socios Del Desierto


Cuerpos como nidos,
bajo la luz,
que se deshacen en las colinas,
atadas al Sur...

Lecho de piedra imaginaria,
a la espera de viajeros...
el tren se fue y adiós le dijo al día,
y todo se ocultó,
después su silbato pegó en el sueño,
y aquello se hizo oscuridad...
una infinita oscuridad

Hojas sin rumbo bajo el viento,
conserven todos sus desvíos...
yo sé que no interrumpirán el clamor,
y ese contacto fiel detrás,
de las urbes calcinadas,
y explotadas por los rayos...

Oh no,
no rechaces este sol,
aunque duela...
aunque no sea tu despertar...
ya no te quedes en el dolor...
no tengas miedo de sanar...
ya no queda nada de la espera...

Lluvia temprana desguazada,
entre las manchas de la tierra,
sí, me dice que yo no ignoraré tu dolor,
no, ni tu soledad,
por más que mis manos cayeran del árbol,
como las hojas en otoño...

Oh no,
no rechaces este sol,
aunque duela...
aunque no sea tu despertar....
ya no te quedes en el dolor,
no tengas miedo de sanar...
ya no queda nada de la espera...

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Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar