1 de mayo de 2010

FITO PAEZ, NUEVO DISCO, NUEVA BANDA

Al frente de un poderoso septeto que lució eléctrico y ensamblado, Fito Páez puso en marcha anoche en el Metropolitano de Rosario la puesta en vivo de su más reciente álbum "Confiá" con un concierto de casi 180 minutos en el que repasó buena parte de su obra.


El enorme galpón ambientado que resulta el predio ubicado en la parte trasera del Alto Rosario Shopping, no ayudó a devolverle al artista local el afecto de las más de 2.000 personas que colmaron el gélido espacio, pero esa distancia influyó poco y nada en un espectáculo vigoroso y vibrante.

Ataviado con un traje blanco que apenas dejaba entrever una musculosa celeste y sobre un escenario despojado que lució el respaldo lumínico de un impresionante telón de lets, el también cineasta abrió la velada a las 22.09 con "Folis Verghet", del disco "La La La" que compartió con Luis Alberto Spinetta en 1985, y enseguida arremetió con su más reciente hit: "Tiempo al tiempo".

La tercera estación del vertiginoso viaje musical fue "Confiá", palabra que coronó la canción en el tramo final de su ejecución y que bien podría unirse con "Dar es dar", penúltimo tema del programa que se escuchó media hora después de la medianoche.

En la profusa obra de Fito podría pensarse que si "Dar es dar" fue un amable alegato en la Argentina consumista de los 90, este pedido de "Confiá" bien podría operar como un gesto de buena voluntad en días dominados por enfrentamientos y diferencias aparentemente irreconciliables.

Entre ambas páginas -que por cierto no integran lo mejor de la galería de Páez- el creador urdió un espectáculo caliente del que disfrutó y le sacó el jugo a una imponente banda con la que retomó formalmente este tipo de formaciones después del remanso en solitario que comenzó en "Rodolfo", su disco de piano y voz de 2007.

Bajo la dirección del joven tecladista rosarino Diego Olivero y sumando, además, a Juan Absatz para conformar un terceto de teclas, el creador no descansó en ese colchón sonoro sino que sumó la enjundia del santafesino Gastón Baremberg en batería, a dos Killer Burritos (Coki Debernardi en guitarra, coros y percusión y Eloy Quintana en bajo), al musical Carlos Vandera en guitarra acústica y coros, y al filoso Dizzy Espeeche en guitarra eléctrica para conformar una banda de alto voltaje en varios sentidos.

El otro gran aporte del conjunto es que acompañó vocalmente a un líder que está explotando como nunca antes sus posibilidades interpretativas, y ese entramado de voces masculinas es otro elemento que jugó un papel protagónico en este estreno.

"El chico de la tapa", "LLueve sobre mojado", "11 y 6", "La nave espacial" y "London Town" (quizá los dos puntos más altos de "Confiá") no dieron respiro y motivaron al comentario socarrón del anfitrión, quien dijo "buen arranque compañeros" y, enseguida, "vamos 200 años para atrás" y regaló una versión de "Giros", uno de sus clásicos en que se dispararon sonidos de las grabaciones originales.

La procacidad de "En el baño de un hotel" dio paso al imbatible lirismo de "Un vestido y un amor" (a tres teclados) y la frescura de "Limbo mambo" a un segmento rabioso con "El diablo en tu corazón" y "Naturaleza sangre", mientras que la veta mordaz funcionó a pleno con el combo "El mundo de hoy" ("De los laberintos se sale sólo por arriba/vayamos por ahí a la deriva y no leamos las noticias"/) y "Al lado del camino".

Con los Killer Burritos en pleno, y Gonzalo Aloras en la voz, se escuchó una buena versión de "Ambar violeta" y a sólo piano y dirigiendo un sentido e improvisado coro, la noche se tornó "casi religiosa" como él mismo lo definió, a la hora de reencontrar "Cable a tierra".

Ya ingresando en el tramo final de la velada primó la fiesta con "Tema de Piluso", "La rueda mágica", el tributo a Piazzolla, Paul McCartney y La Máquina de Hacer Pájaros que, explicó, lo guiaron hacia las "Tumbas de la gloria" para el que se sumó la todavía feroz vocalización de Claudia Puyó, "Brillante sobre el mic", "Circo Beat", "Ciudad de pobres corazones" (para la que se colgó por única vez una guitarra) y "A rodar mi vida".

"Es bueno seguir haciendo música. Muchas gracias por permitírmelo", se despidió el artista antes de la despedida verdadera con "Dar es dar" y "Mariposa tecnicolor" que remató un repertorio de 32 canciones que, entre antiguas y de estreno, definen el universo musical de uno de los nombres insoslayables para asomarse a la cultura argentina de las últimas tres décadas Tras el bautismo rosarino, la gira de "Confiá" llegará el próximo fin de semana al porteño Luna Park y en junio pasará por Córdoba (el 5), Santa Fe (el 10), Corrientes (el 12), Mendoza (el 16), Neuquén (el 18) y Bahía Blanca (el 20).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran crónica, debió de ser brutalmente excitante... en quince días, espero verlo así de bueno cuando venga aquí.
HM

Estos Lugares dijo...

muy buen comentario, un show muy parecido al que ofreció en La Plata, más ansioso de verlo el viernes entonces.

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar