3 de noviembre de 2009

fito páez en sesiones imperial


El teatro Maipo dejó las plumas y los cuerpos esculturales por una noche. En su lugar, un impecable piano como único instrumento acaparó la atención. Y en sus teclas, aquel muchacho rosarino que hace tiempo se presentaba bajo el signo "del 63".

Fito Páez brindó un recital íntimo en el marco de las Sesiones Imperial, un evento que congregó a 200 personas que disfrutaron de su música en el mítico recinto de la calle Esmeralda.

El artista salió a las tablas enfundado en un traje negro que contrastaba con su remera roja y que más tarde dejaría ver la delgadez que siempre lo caracterizó. Enseguida presentó el show que a lo largo de poco más de una hora le permitió presentar su disco "Rodolfo" de manera íntegra y también algunos clásicos.

"Si es amor" fue el punto de partida de un concierto que recorrió su álbum editado en 2007 en perfecto orden y hasta el final. Cuando llegó la hora de "Gracias" -una suerte de reconocimiento a los grandes de la música argentina-, Páez mencionó a Litto Nebia, Luis Alberto Spinetta y Charly García.

El último tema se llevó una reflexión acerca de la recientemente fallecida Mercedes Sosa. "Zamba del cielo". Fito reconoció que al escribirla fantaseó con que la tucumana pudiera cantarla. Este año, cuando la "Negra" grabó "Cantora 2", el deseo se hizo realidad: junto al autor y a Liliana Herrero el trabajo del santafesino quedó plasmado en un álbum que ya pasó a la historia.

Y aunque al principio llegar a las viejas canciones parecía no ser un plan para el protagonista, a la hora de los bises llegaron los éxitos que lo coronaron más atrás en el tiempo como un ícono del rock nacional. Así, cuando el músico salió al escenario por segunda vez, interpretó una versión a capella de "Yo vengo a ofrecer mi corazón", seguidas por "Fue amor", "Dar es dar" y "Mariposa tecknicolor".

El entusiasmo del público se desató durante las últimas canciones y el clima se hizo más festivo. Los hits más antiguos del rosarino despertaron la nostalgia de los concurrentes, que celebraron a coro y entre aplausos la particular ocasión.

FUENTE: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=491001

3 comentarios:

Cerealito dijo...

Ay! Qué envidiaaaaa!!!!! Gracias por la nota y las fotos, aunque sea para saber lo que se vivió ahí! Me queda mi Imperial de compañía, buuuaa

Il Capo dijo...

¿Habrá alguna posibilidad de conseguir el audio del concierto?

Anónimo dijo...

Ojalá haya audio. como dice cerealito, cualquier indicio de saber qué pasó es una joya. Yo aprcio sobremanera esas malas grabaciones hurtadas en vivo, desafinaditas con comentario y bromas de Fito...joya.
HM

Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar