3 de diciembre de 2008

Fito: “Mis hijos me pagaron el viaje en esta vida”


Páez habló de su música y sus relaciones con otros artistas, de sus hijos y sus películas. A pocos días de volver a Montevideo, y mientras escribe el guión de su nuevo filme en la provincia de Salta, mantuvo una entrevista exclusiva con el Diario La República, la que no fue una tarea fácil.

El miércoles estaba dando una entrevista para Colombia por lo que fue imposible hablarle. “A las cinco de la tarde, de mañana, es una buena hora para que me llames”, pidió a punto de cortar, para no dejar esperando a los periodistas. El viernes, cerca de las 17:00 horas, más despejado y en plena etapa creativa, Rodolfo Páez Avalos, más conocido como Fito Páez, desde Salta accedió a la entrevista.

El 8 y el 9 de diciembre llega a La Trastienda de Montevideo, para ser de los primeros artistas que tocará en el mítico club de música porteño, que se instala ahora en Uruguay.

­¿Qué significa para vos venir a Montevideo?

­Y es como tocar en el patio de tu casa. Es un lugar muy importante, como el patio de la casa de uno. Es estar con los Fattoruso, con los Rada. Yo me hice con ellos y tengo un vínculo muy fuerte con la ciudad; no te la podría resumir tan fácilmente.

La música de Fito Páez tiene desde el acento milonguero de mediados de los ochenta, hasta el rock frío de finales de la misma década. Melodías que atravesaron los oídos de toda una generación cargadas de insinuante belleza, orquestas tupidas de arreglos, violines, y su piano sólo con él.

Ya lo decía él mismo Páez en su disco Naturaleza Sangre: “Yo sólo hago música para camaleones”, acusando un constante cambio, y el que lo acompaña en su carrera, debe cambiar con él.

­Ahora venís con tu piano. No es la primera vez que traes este formato (llegó dos veces a Montevideo en el último año a tocar en el Teatro Solís). ¿Hasta cuándo seguís con este formato, y hasta dónde vas a seguir cambiando?

­Ahora en realidad estoy preparando un disco nuevo que saldrá publicado el año que viene. No quiero decir mucho, en realidad no tengo nada escrito todavía.

­¿Y qué forma pretendés que tenga en cuanto a lo musical?

­Va a ser un disco eléctrico. Por ahora estoy viendo si será cuarteto o quinteto ya que estoy en ese formato, probando, y viendo que es lo que más me gusta.

Waltz For Maguie

“Ay, lo de los hijos… los hijos ya me pagaron el viaje en esta vida loco”, dice Fito con una sonrisa que envuelve su voz lejana en Salta, mientras confirma que está escribiendo, ni más ni menos, el guión de su próxima película.

En ella aparece junto con su hija Margarita, nacida del matrimonio del músico con la actriz Romina Ricci (co-protagonista de su última película ¿De quién es el portaligas? presentada este año en nuestro país), hablando por video desde una computadora mientras se encontraba de gira por España. Además, le dedicó un disco editado en el año 2000 llamado Rey Sol a su hijo Martín, fruto de su matrimonio con Cecilia Roth, que a la postre fue la co-protagonista de su primera película Vidas Privadas.

­¿Cómo te lleva la paternidad en cuanto a tus tiempos?

­No lo sé, no hay un esquema fijo porque mi vida es muy dinámica y la vida de las madres de los chicos también es muy dinámica. No sé, nos vamos acomodando un poco a las situaciones que vamos viviendo, nosotros los padres nos respetamos y eso hace que los chicos estén bien, y felices.

La la la

Fito Páez no esconde su admiración por aquellos músicos que fueron su referencia en su juventud. Luis Alberto Spinetta, Charly García y Litto Nebbia, son reversionados por él en su antepenúltimo disco Moda y Pueblo, y cuentan con un homenaje en su último trabajo, Rodolfo, mediante la canción Gracias.

En el año 1985, y después de haber tocado en la banda de Charly García, Páez se largó como solista y entre los emprendimiento que llevó adelante, grabó junto con Luis Alberto Spinetta el disco La la la.

­Una vez, en una entrevista, Spinetta me dijo que la grabación de una segunda parte de “La la la”, dependía de vos, ya que, dijo, “Fito es el director de cine, Fito manda”.

­(risas) ¡Qué atrevido!

­¿Qué posibilidad hay hoy de grabar esa segunda parte?

­Yo te diría que todas las posibilidades del mundo. Pero te quiero aclarar algo, yo no me voy a poner en la situación de decir que el que opina o el que decide acá soy yo. Al contrario, yo te voy a decir que el que opina es Luis y el que decide es él, y eso es por el amor, y el cariño que le tengo así como el respeto que me generó a lo largo de todos estos años.

­Hay un video de un recital de Charly García en el cual, mientras integrabas su banda a principio de los ochenta, él te hacía tocar de espaldas al público. ¿Hoy, y con la trayectoria y los años que tenés, serías capaz de hacer algo así dada la admiración que tenés por Charly?

­Mirá, yo creo que hay que hacer todo lo que a uno le guste hacer . Si Charly y cualquiera precisara de mí, y que yo tocara de espaldas al público, o vestido de mono subido a un árbol, lo hago. No es algo que me preocupe. Son artistas con mayúscula todos estos locos, y cada uno tiene su mambo y su viaje. Tuve la suerte de compartir la cocina en diferentes momentos de estos grandes músicos. A mí eso ya me pagó el viaje en la vida. Eso y mis hijos me pagaron el viaje en esta vida. Con ellos aprendí mucho, lo cual me hizo un hombre más libre, ya que todo eso me enseñó a sentir, a pensar y a compartir, desde el punto de vista artístico, y desde el punto de vista humano, como hombre. Lo otro, lo de los egos de los artistas es una batalla de revistas del corazón.

“Enemigos Intimos”

Pero si de peleas mediáticas, egos y revistas hablamos, debemos hacer referencia a la que protagonizó alrededor del año 1999 con el músico español Joaquín Sabina. Junto a él, grabó “Enemigos Intimos”, uno de sus proyectos más ambiciosos que posteriormente terminó con una rimbombante separación de ambos, cartas públicas, y una reciente amistad recuperada.

­En tu nuevo disco y DVD (”No sé si es Baires o Madrid”), se te ve muy feliz cantando con Sabina en su casa “Contigo”, y ensayando “Llueve sobre mojado” (”Enemigos Intimos”)

­Sí es verdad, eso fue un espectáculo.

­¿Y eso podrá ser la apertura para que de una vez por todas se presente el disco “Enemigos Intimos”?

­Ojalá, ojalá. El (Sabina), en algún momento tenía ganas de presentar el disco en Buenos Aires, haciendo algunos Gran Rex. Pero eso es nada más que ponerse de acuerdo y establecer un mes de ensayo y un poco más, y después armar algo. Ya te digo, está dentro de las posibilidades, el tema es que estoy haciendo muchas cosas ahora y no es tan sencillo poner proyectos en común. Además el mundo ha cambiado mucho y ya uno puede desarrollarse en diferentes ámbitos y eso es lo que estamos haciendo todos los artistas en general. Hoy se graba un DVD, se graba un disco, se ensaya acá, se graba material, se manda para allá tal otro y eso es lo que a lo mejor hace que estos encuentros se hagan cada vez más infrecuentes ahora. Y, por ejemplo, estoy planeando una película y pensando en grabar un disco nuevo, por lo que imaginate que estamos escribiendo, uno está con mil cosas, por lo que en realidad, no quiero ilusionar a nadie al pedo.

“Novela”

En su presencia en Montevideo, cuando vino a presentar al festival de cine del Movie Center su nueva película ¿De quién es el Portaligas?, anunció que estaba tratando de recuperar una parte de su historia musical. A fines de la década de los ochenta grabó un disco llamado Novela el que nunca fue publicado. Hoy, su proyecto tiene mucho que ver con eso aunque prefirió no dar mayores detalles al respecto.

­Vas a filmar tu nueva película y es sobre el disco “Novela”. ¿De qué se trata?

­No, no quiero contar demasiado sobre cómo será la película porque además falta mucho tiempo. Lo que sí puedo adelantar es que es un viejo proyecto, que ahora por suerte está empezando a tomar forma. Seguramente van haber muchas músicas que sobrevivieron más de veinte años, así que seguramente van a estar allí en el filme.

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Spinetta por Aznar

Hoy todas las guitarras están de luto
La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas
sólo puede pensar en la tuya,
tal vez porque el barro
tal vez porque este balcón donde te vi
casi por última vez
mira una nube de la forma y el color
de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos
Este balcón que se quedó esperando una charla
unas palabras o un abrazo
más
que yá no llegará
Luto también en las palabras
habituadas como estaban a que les pusieras
cascabeles
guirnaldas asonantes
o ruedas de tren apocalíptico
caleidoscópicos ojos de fertil papel
de tu prolífica pluma
que suma y resta sílabas
del metro patrón de las esferas
apenas solas
a solas penas
Adiós
que sea A-Dios
a sus brazos
a ese rincón de magia
que seguramente Él guardará
para los que se animan a jugar
con los bloques con los que ha construido el mundo
haciendo pequeños nuevos mundos de cuatro minutos
donde el corazón se muestra
y baila desafiando al vacio
Adiós
Mientras me duele el pecho
te imagino en viaje
por inmensidades más vastas que las del Capitán
pero a diferencia de él
sé que tendrás todos los tangos silbados al oído
y nunca faltará un mate
ni perfume a malvones
En todos nosotros se queda un pedacito tuyo
serás inspiración multiplicada por millares
a lo largo de los años
y lo ancho de las geografías
Cambiaste nuestras vidas
abriendole camino a la imaginación
cantándole salvaje o dulcemente
a los misterios que nos habitan
al misterio que somos
Adiós
No me resigno a tener que decirlo
Adiós
mensajero del infinito

Pedro Aznar