10 de febrero de 2010

NADA

Continuando con este rescate emotivo de canciones que quedarán en mí corazón ( y las comparto con ustedes) le toca el turno a esta hermoso tango de 1944 con música de José Dames y letra de Horacio Sanguinetti. Lo conocí hace muy poco tiempo en LA VOZ de Mercedes Sosa. Luego me sorprendió gratamente Andrés Calamaro haciendo una de sus porteñísima versiones, luego, alguien le dio significado y ya NADA será lo mismo en mí relación con estas letras desgarradas.





He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor
me detuvo el corazón.

Nada, nada queda en tu casa natal...
Sólo telarañas que teje el yuyal.
El rosal tampoco existe
y es seguro que se ha muerto al irte tú...
¡Todo es una cruz!
Nada, nada más que tristeza y quietud.
Nadie que me diga si vives aún...
¿Dónde estás, para decirte
que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?

Ya me alejo de tu casa
y me voy ya ni sé donde...
Sin querer te digo adiós
y hasta el eco de tu voz
de la nada me responde.
En la cruz de tu candado
por tu pena yo he rezado
y ha rodado en tu portón
una lágrima hecha flor
de mi pobre corazón.

(Escuchalo por Orquesta Leopoldo Federico Canta: Julio Sosa ACÁ

No hay comentarios.:

Publicar un comentario